
Yemen habÃa reanudado el flujo de petróleo el 31 de diciembre a un ritmo de alrededor de 70.000 barriles por dÃa (bpd) tras las últimas reparaciones en un ducto que solÃa transportar alrededor de 110.000 bpd de crudo ligero Marib a una terminal de exportación en el Mar Rojo, antes del comienzo de una serie de ataques en 2011.
Pero apenas 10 dÃas después, atacantes desconocidos volvieron a producir daños al ubicar una bomba cerca del oleoducto en la zona de Serwah, en la provincia central de Maarib, dijo un funcionario de seguridad del Gobierno. "El ataque con explosivos contra el oleoducto hizo que detuviéramos el bombeo de crudo desde los yacimientos a la terminal de exportación", dijo a Reuters un funcionario del ministerio de Petróleo.
Los ductos de crudo y gas de Yemen sufrieron sabotajes reiterados en medio de un vacÃo de poder creado tras una ola de protestas contra el Gobierno en el 2011, lo que causó el desabastecimiento de combustible y una caÃda de los ingresos por exportaciones.
La estabilidad de Yemen es una prioridad para Estados Unidos y sus aliados árabes en el Golfo Pérsico debido a su posición estratégica al lado de Arabia Saudita, el principal exportador mundial de crudo, y de vÃas marÃtimas de transporte, y también por albergar una de las alas más activas de al Qaeda.
Un cierre prolongado del oleoducto en el 2011 obligó a dejar de operar a la refinerÃa más importante del paÃs en Aden, forzando al pequeño productor a depender de donaciones de combustible de Arabia Saudita y de las importaciones.
Fuente: Reuters
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