Un formato sísmico único, es ofrecido como un Rx para exploraciones petroleras. Funciona de la misma manera que cuando un doctor utiliza un estetoscopio para monitorear el corazón de su paciente.
HyMAS es el acrónimo para Análisis de Microtemblor de Hidrocarburo (Hydrocarbon Microtremor Analysis); fundamentalmente la herramienta de exploración utiliza: el sonido de fondo, espectrómetros y un software para ayudar a precisar los depósitos de hidrocarburo.
Al ubicar sensores en el suelo, se reciben las señales (ondas) desde el interior de la Tierra. Al escuchar las señales emitidas, se puede realizar un diagrama que revela la posibilidad de encontrar hidrocarburo en el área. De esta forma, es posible determinar- sin tener que perforar- si las “prometedoras” formaciones geológicas contienen gas o petróleo.
La Tierra genera una gran variedad de sonidos de fondo a través de los terremotos y de los volcanes, pero el más conocido de todos es el de las olas al romper en la costa, la cual produce un continuo zumbido en la Tierra de 0.2 hertz de alcance. Durante los últimos cinco años, el Instituto de Física de Zurich examinó cómo se puede utilizar este sonido de forma pasiva para buscar gas y petróleo.
La investigación utilizó espectrómetros altamente sensibles ubicados en depósitos de petróleo ya conocidos, los cuales dieron sorprendentes resultados- en vez de silenciar el sonido de fondo causado por las olas, los depósitos de petróleo aumentaron su frecuencia.
Normalmente las rocas sedimentarias, porosas son rellenadas con agua pero cuando se sustituye el agua por gas o petróleo, las propiedades de las rocas cambian. Cada poro actúa como un diminuto oscilador armónico para crear una frecuencia de resonancia. La segunda onda viaja a la superficie y es grabada, la cual muestra una amplificación del espectro con un alcance de 2 a 6 hertz.
La técnica tiene dos componentes importantes: la recolección de datos y la interpretación. Se diseña sobre el área de interés, una grilla de registros utilizando de 250 a 2000 metros de espaciamiento y luego los técnicos se dirigen hacia el lugar indicado.
Los primeros 50 centímetros de la capa terrestre se quitan, luego se coloca el espectrómetro en el fondo del suelo.
La información es recolectada en el campo con sismómetros portátiles, los cuales son lo suficientemente sensibles como para detectar +/- 10 micrometros por hora.
Después la información se procesa con un software interno para mostrar las curvas que indican la presencia y la magnitud de los depósitos de hidrocarburo.
Spectraseis fue incorporado en el 2002, hasta ahora la compañía realizó 15 estudios de campo alrededor del mundo. En el 2004 se hizo un estudio “ciego” de 100 kilómetros cuadrados en el noroeste de Brasil para Petrobras.
Las ventajas de HyMAS recaen en tres categorías: costo, tiempo y la sensibilidad del medio ambiente. Las sismica 2-D pueden costar de $10,000 a $30,000 por Km. cuadrado. Las sismicas 3-D pueden costar de $15,000 a $50,000 por Km.cuadrado l. Y HyMAS cuesta alrededor de $5,000 por kilómetro cuadrado.
Cuando se llevó a cabo Spectraseis, la inspección en Brasil, necesitó 3 equipos de profesionales durante 60 días para cubrir el vasto territorio. El trabajo se puede hacer en un tercio del tiempo (comparado con 3-D), y como utiliza recursos naturales no daña al ecosistema.
Aún hay cosas que no están completamente claras: se puede distinguir entre agua e hidrocarburos, pero no entre petróleo y gas, todavía. Y se puede distinguir el grosor total de la capa, pero no se puede distinguir si es una capa de 50 metros o si son 5 capas de 10 metros cada una. Los investigadores están convencidos de que hay mucha información aún oculta en las señales.
Para este año, tenemos una buena tubería que trabaja en el fondo del suelo en la cual se van a realizar 5 estudios de más de 600 Km. para compañías internacionales de gas y petróleo. Spectraseis ve un gran potencial en el Ártico, ya que es un área muy grande y se puede utilizar HyMAS a objetivos de alto grado de impacto.
Para el futuro, Spectraseis quiere llegar a realizar estudios marinos, utilizando sistemas a prueba de agua para que pueda llegar a 5 000 metros de profundidad.
En noviembre del año pasado, Technology Ventures (una empresa noruega) invirtió $3.5 millones en Spectraseis.
Los trabajadores colocan espectrómetros altamente sensibles en el suelo para detectar el sonido del fondo de la Tierra. La información es recogida y procesada para mostrar las curvas que indican los depósitos de hidrocarburo.
Traduccion: Abella Natalia
Fuente: New Technology Magazine
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