
Está previsto que esta alternativa la incorporen próximamente edificios del Sergas, según dio a conocer ayer el jefe de área de energÃas renovables del Inega, Nicolás Vázquez. Todo queda en casa.
La instalación ha corrido a cargo de una empresa local, Isempa, que lleva «30 años» apostando por las energÃas renovables, como aseguró su máximo responsable, José Otero Gavieiro. Esta caldera de biomasa permitirá «un ahorro superior al 50% y tal como están aumentando los precios de los combustibles fósiles aún puede ser mayor», según las estimaciones que realiza el presidente de Isempa.
José Otero agregó que «hasta el 2020 está prevista una subida anual del 10%» en los derivados del petróleo «frente al IPC anual» que se calcula que se incrementará esta energÃa renovable. La instalación dispone de un silo subterráneo con capacidad para 130 metros cúbicos de astillas que abastece a la caldera, cuya potencia es de 800 kilovatios, que ha sustituido a las tres de gas que habÃa. El sistema esta monitorizado para detectar inmediatamente con este control remoto una posible averÃa o la necesidad de suministrar combustible.
El director gerente de Polusa, Justo Jorge, destacó que es «una apuesta de oro» de este policlÃnico privado que se ha decantado asà por «un sistema novedoso y ecológico». Nicolás Vázquez destacó que la biomasa tiene una triple ventaja: el ahorro económico que supone para el usuario; la medioambiental porque «el consumo de energÃas renovables reduce las emisiones de CO2 de las convencionales», y el valor añadido que aporta al sector forestal porque la transformación se realiza Ãntegramente en Galicia. «No puede haber nada mejor que consumir un combustible sacado de nuestros bosques, lo que permitirÃa que todo los ingresos que genere el proceso de transformación se quedarÃan en Galicia», indicó el jefe de área de energÃas renovables del Inega.
FINANCIACIÓN
La instalación de esta caldera de biomasa, que ha contado con una subvención de la Xunta de Galicia por importe de 30.000 euros, supone una inversión de 255.620 euros. Sin embargo, el máximo responsable de Isempa aclaró que «el titular no tiene que hacer un gran desembolso de golpe». Según los cálculos que maneja esta empresa lucense de energÃas renovables, este sistema permite un ahorro anual de 21.848 euros, por lo que este modelo estarÃa amortizado en unos diez años. Esta empresa lucense colabora económicamente en la implantación de su caldera de biomasa. De entrada descuenta el 10% del que era el gasto anual en energÃa del usuario. «Vendemos calor, asà que la instalación está financiada», precisó Otero.
Fuente: El Progreso
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