El vehículo se descontroló el sábado por la noche cuando bajaba una pendiente en la carretera desde la capital, Nairobi, hacia Naivasha, indicó Mwachi Pius Masai, subdirector y responsable de comunicaciones de la Unidad Nacional de Gestión de Desastres.

"Este es un incidente químico grave", dijo Masai. "La policía y otros equipos están en el lugar... limpiando los escombros".

En el accidente murieron 39 personas, según el Ministerio del Interior. La policía estimó que al menos 10 personas resultaron heridas.

Once vehículos ardieron y seguían humeando el domingo. El suelo en torno al lugar del accidente quedó chamuscado y la gente se reunió alrededor con aspecto aturdido. Algunos hacían fotos o selfis con sus celulares.

"El camión iba a toda velocidad y perdió el control tras chocar con baches, y terminó embistiendo contra los autos que venían", dijo el testigo Peter Kimani.

El presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, describió el incidente como "un accidente innecesario. El camión cisterna responsable de las muertes no debía estar en esa carretera concreta a esa hora". En un comunicado, el presidente instó a "las agencias responsables de aplicar la normativa de tráfico a investigar por completo esta trágica infracción".

Kenia ha tenido problemas para reducir el creciente número de accidentes de carretera conforme cada vez más gente adquiere vehículos en la creciente clase media del país. El gobierno reintrodujo en 2013 los dispositivos para medir el alcohol en el aliento en un intento de limitar los accidentes atribuidos a conductores ebrios.

En la primera mitad de este año murieron 1,574 personas en accidentes de carretera en el país, 86 más que en el mismo periodo del año pasado, según datos de la Autoridad Nacional de Seguridad y Transportes.