Esos metales pesados son altamente nocivos para la salud de la población, sobre todo en el caso de los niños, en los que provocan dolencias en los riñones, la medula ósea y trastornos asociados a la alteración de las funciones cerebrales.

El pedido fue remitido al juez que se ocupa del amparo oportunamente presentado, debido al riesgo sanitario que provoca la existencia de estos contaminantes, que deberían haber sido remediados hace tiempo mediante un crédito del BID. Ese saneamiento, enmarcado en el programa nacional Geamín (Gestión Ambiental Minera) tendría que estar en marcha, pero actualmente se encuentra paralizado, aunque se desconoce cuáles son las causas.

En el pedido, que se elevó al magistrado Enrique Mansilla, la defensora solicita que se le remitan copias "de todas las constancias relacionadas con cuestiones sanitarias a la doctora Susana García, directora del programa nacional de prevención y control de las intoxicaciones del departamento nacional de salud ambiental".

Ocurre que los últimos análisis efectuados en los pobladores que habitan en la zona más impactada arrojaron altos índices de arsénico en la orina. A ese dato se suma la existencia de plomo en la sangre de todos los niños de 5 años escolarizados, que también fueron examinados.

Además, la sorprendente construcción de una pista de karting en las inmediaciones de las pilas de escoria motivó que Custet Llambí aconsejara pedir "un urgente informe al intendente de la ciudad" y "una inspección ocular" a los efectos de constatar las obras efectuadas en el área.