La nación suramericana ha experimentado un auge petrolero gracias a sus vastos recursos descubiertos en el Bloque Stabroek, operado por ExxonMobil, y ahora, con la actualización de sus términos fiscales, el gobierno espera atraer nuevos socios internacionales y diversificar sus fuentes de ingreso más allá de esta área de producción clave en el offshore .
El Bloque Stabroek sigue siendo el corazón del auge petrolero en Guyana. Desde el inicio de las operaciones, el país ha superado las expectativas de producción, alcanzando una media de 625.000 barriles por día (bpd) en la primera mitad de 2024, lo que representa un aumento de casi el 55% en comparación con la segunda mitad de 2023, según destaca un informe de la consultora Rystad .
Esta producción podría llegar a 1.1 millones de bpd a finales de la década , gracias al uso de tecnologías avanzadas y la optimización de los sistemas de producción por parte de ExxonMobil. El impacto económico es significativo: se estima que los ingresos por petróleo de Guyana alcanzarán los 32.000 millones de dólares para 2030 , con una proyección de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) real de más del 33% en 2023, con el 70% de este crecimiento atribuido al sector petrolero.
De continuar con esta tendencia, el PIB de Guyana podría superar los 23,000 millones de dólares este año, y el sector petrolero se consolidará como el pilar de la economía nacional. El gobierno de Guyana ha actualizado su política fiscal en el sector upstream para optimizar sus ingresos y fomentar la inversión extranjera.
A través de una nueva ronda de licencias, lanzada en diciembre de 2022, el país busca diversificar sus fuentes de producción y atraer a nuevos socios internacionales. Con esta licitación, se ofrecieron 14 bloques offshore, de los cuales ocho recibieron ofertas. Empresas como Petronas, QatarEnergy, TotalEnergies y ExxonMobil , entre otras, han asegurado acuerdos para explorar y desarrollar nuevas áreas, señala Rystad.
La actualización de los términos fiscales incluye un aumento significativo en las regalías, que pasan del 2% vigente en el contrato del Bloque Stabroek a un 10% en los nuevos acuerdos. Además, se ha reducido el techo de recuperación de costos al 65% y se ha establecido un impuesto corporativo del 10%. A pesar de estas modificaciones, los términos siguen siendo competitivos en comparación con otros países productores de petróleo de América Latina.
La estructura de ganancias sigue siendo 50-50, es decir, una distribución equitativa entre el gobierno y las compañías operadoras después de la recuperación de costos. Sin embargo, estos nuevos términos fiscales no se aplican al contrato actual del Bloque Stabroek, lo que significa que los beneficios completos de esta política solo se sentirán cuando se realicen descubrimientos importantes fuera de Stabroek y estos se pongan en producción. Un aspecto relevante de la reforma fiscal de Guyana es su comparación con el régimen fiscal de su vecino, Surinam. Rystad señala que aunque Surinam también está viendo un aumento en la actividad exploratoria offshore, el modelo fiscal de Guyana ofrece algunas ventajas frente al de Surinam , especialmente en términos de regalías e impuestos corporativos.
En Surinam, la regalía es más baja que en Guyana, alcanzando el 6.25%, aunque el país tiene un impuesto corporativo mucho más alto, del 36%. En contraste, el modelo fiscal de Guyana ofrece un impuesto corporativo más bajo, del 10%, lo que lo hace más atractivo para las empresas en comparación con el régimen de Surinam. No obstante, Surinam ofrece una estructura flexible para el reparto de las ganancias, lo que puede beneficiar a los operadores dependiendo del desempeño del campo. A pesar de los grandes avances en el Bloque Stabroek, Guyana enfrenta retos importantes. La tasa de descubrimientos por pozo ha comenzado a declinar, lo que sugiere que los mejores prospectos ya han sido perforados. Sin embargo, el lado occidental de Stabroek sigue siendo en gran parte inexplorado, lo que podría ofrecer nuevas oportunidades. ExxonMobil sigue explorando en esta área y recientemente anunció el descubrimiento de Bluefin, un prospecto que podría contener hasta 500 millones de barriles de petróleo equivalente.
Para asegurar su futuro como líder productor de petróleo, Guyana necesitará seguir explorando y desarrollando nuevos yacimientos. Esto incluirá no solo el trabajo en el Bloque Stabroek, sino también los proyectos en nuevos bloques offshore, como los obtenidos en la última ronda de licencias. Si el país logra mantener su ritmo de descubrimientos y producción, se consolidará como una de las potencias energéticas de América Latina durante las próximas década, concluye Rystad.
Fuente: La Mañana de Neuquén
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