Los errores en la asignación de cinco millones de subsidios en las boletas de luz y gas están en el centro de las preocupaciones del Gobierno. La secretaria de Energía, María Tettamanti, confirmó que habrá cambios en ese mecanismo, pero que tardará unos meses.
"Vamos a fijar un período de transición hasta abril y después ir a una tarifa focalizada", explicó la funcionaria. "Probablemente ahora se extienda el período de transición del esquema de segmentación actual en N1, N2 y N3, pero la idea final es ir a una tarifa focalizada, que es lo más parecido a una tarifa social", aseguró.
La secretaría de Energía detectó que hay 5 millones de hogares anotados en el registro de subsidios cuyos datos son "inconsistentes".
Es decir que las personas declararon ingresos o patrimonios que son contradictorios con otros registros que posee el Estado, como los que figuran en el Sintys.
La voluntad oficial es que reciban los subsidios aquellas personas que lo necesitan. Hay un millón de beneficiarios de tarifas sociales de las "que no se cuenta información económica que pueda ser verificada", según un trabajo de la secretaría de Energía. En la depuración del padrón de subvenciones habrá asistencia del Banco Mundial.
"(Los cambios) los venimos trabajando mucho. Nos hubiera gustado publicarlo esta semana, pero estábamos haciendo los últimos cálculos del impacto en las tarifas", declaró Tettamanti en un seminario de energía organizado por Econojournal.
El Gobierno otorgará los subsidios acorde a los datos del Sintys en desmedro del RASE -el registro de subsidios actuales-.
En los cambios también se estudiarán ciertas particularidades regionales. En el sur, por ejemplo, el consumo de gas es mucho más elevado que en el resto del país, por las bajas temperaturas.
Los sectores de menores ingresos disponen de un bloque de consumo eléctrico "básico" que está muy subvencionado.
Cuando superan ese umbral, los consumos excedentes también siguen teniendo un descuento de hasta el 75% con respecto al costo real que deberían pagar.
En la revisión que plantea el Gobierno, se evalúa que los consumos excedentes al bloque básico se paguen a un importe con menos subsidios.
Energía, que está bajo la órbita del ministerio de Economía, destinará cerca de u$s 4.000 millones en subsidios eléctricos durante este año. El Gobierno apunta a que esa cifra caiga. Pero más que en quitar subsidios, el diagnóstico oficial es avanzar hacia "nuevos criterios" con los que asignar esas subvenciones.
Por la segmentación tarifaria -un proceso que arrancó en 2022-, existen tres categorías de clientes: altos ingresos (se los llama N1), bajos ingresos (N2) e ingresos medios (N3).
En mayo de este año, el Gobierno identificó 2,9 millones de hogares en los que poseía datos tanto del registro de subsidios de Energía como del Sintys. Y detectó que un 30% estaban mal clasificados, es decir que la asignación de los subsidios no se corresponden con los datos que el Estado pudo verificar sobre el patrimonio de esas personas.
Según un estudio de Energía, 450.000 viviendas deberían ser categorizados como de "altos ingresos", de acuerdo con la información que el Estado posee sobre su situación patrimonial y social. En cambio, el registro de subsidios actual los posee como hogares de ingresos medios o bajos.
También hay "inconsistencias" en 400.000 hogares que están anotados como de bajos ingresos -y que tienen sus consumos a importes muy subsidiados-, pero cuyos datos verificables por el Estado no permiten corroborar esa situación.
Fuente: El Cronista
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