Los atentados y derrames petroleros no cesan en el Distrito Amazónico de Petroproducción. Eso se evidenció en el último, registrado en la línea de transferencia Sacha 74 (Orellana), el cual ocasionó el derrame de 700 barriles, según un informe de la Jefatura del Distrito Amazónico.
El nuevo derrame elevó el índice de contaminación en zonas de alta influencia petrolera, ubicadas en las cinco áreas operadas por la filial de Petroecuador.
El incidente se registró hace ocho días, cuando, una vez más, sujetos no identificados averiaron el oleoducto de seis pulgadas, ubicado a 3 kilómetros de la estación Sacha Central.

El petróleo contaminó cuatro hectáreas de palma africana, pantanos y vertientes. Los técnicos informaron que la ubicación del sitio del incidente no fue fácil. Ellos, a través de la Jefatura de Protección Ambiental, realizaron varios sobrevuelos para ubicar el sitio.
“La gente no se da cuenta del daño que ocasiona al ambiente y a la economía nacional”, dijo Roberto Collahuaso, superintendente del Distrito. Las fuertes lluvias que cayeron en la zona agravaron las afectaciones al entorno. Empero, la filial de Petroecuador activó el plan de contingencia horas después para minimizar los impactos ambientales y recoger el crudo.
En ese marco, las cuadrillas de la contratista Petróleo Tubular Inspección Ecuador (PTI) y el personal del proyecto Pepda, de Petroproduccion, colocaron barreras y absorbentes a lo largo de cinco islas.
Ricardo Valle, jefe de campo de PTI, informó que hasta ayer, el personal recogió 92 barriles de crudo. Entretanto, el de Petroproducción, recolectó 130 barriles.
Las cuadrillas reportaron dificultades para laborar en la zona pantanosa y de difícil acceso. La mayoría cortó árboles para improvisar puentes peatonales.
Edictor Acuña, obrero, dijo que en los pantanos encontraron peces y cocodrilos cubiertos de petróleo. “Los lavamos y liberamos, dudo que vivan”, ayer, Silvio Abad, desconsolado recorrió sus plantaciones de palma. “Me contaminaron tres hectáreas y un pantano”.
El hombre de 65 años, con bastón en mano, reclamó una indemnización por las afectaciones. “Me dañaron 6 años de trabajo y le causaron graves problemas ambientales a mi propiedad”, insistió.
Una situación similar viven las fincas aledañas a la palmicultora de Abad. Acuña reportó daños en una hectárea de maíz, yuca, plátano y cultivos de ciclo corto. Un contrato para trabajar en la contingencia apaciguó los ánimos. “Deben pagarnos los daños y cumplir la remediación”.
En una evaluación previa, los campesinos afectados estimaron entre 1 500 y 2 000 barriles de petróleo derramados. “Las cifras de Petroproducción no convencen, el derrame es extenso y existe abundante petróleo”, dijo Abad.
De hecho, el nuevo derrame obligó a la suspensión de las operaciones de la Planta de Tratamiento y Recuperación de Crudo Intemperizado (Ptrci).
Algunos trabajos
La recolección del crudo se efectúa de manera manual con la utilización de material plástico y pedazos de tanques.
El ingreso de las cuadrillas de trabajo agravó la afectación en las fincas palmicultoras, ubicadas en la Joya de los Sachas.
Las lluvias caídasen la zona aumentaron los fluidos de crudo por el interior de los pantanos y de los cultivos locales.
El derrame de crudo ya está controlado. Ahora resta recuperarlo e iniciar la remediación, según Petróleo Tubular Inspección Ecuador (PTI).
El personal del programa de limpieza y remediación de Petroproducción se concentró en la contingencia. Ellos procuraron impedir que el crudo desemboque en el río Las Palmas, uno de los afluentes del río Napo.
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