Un día magnífico, de cielo limpio y sol abrasador. Camino a Caleta Córdova. Ya desde Comodoro se ve la gruesa columna de
humo, denso y blancuzco, que sale de una chimenea altísima. Sabemos a quién pertenece tal cigarro.
Teníamos entendido que años atrás, del Fondo Financiero Permanente, Petroquímica S.A. habría recibido un crédito de más de 4 millones de pesos convertibles, para ser aplicado a la instalación de filtros en sus chimeneas. No sabemos qué pasó, pero las fotos que ilustran esta nota no muestran que haya filtro alguno. A no ser que el humo blanco fuera vapor de agua. Difícil.
Petroquímica S.A. fabrica cemento. Utiliza sílice para tal fin. El proceso incluye la casi pulverización del sílice. Según nos habían informado cuando tuvimos a un candidato a concejal de la UCR en Testimonio Directo en Canal 9, el sílice en la atmósfera es pasible de llegar a los pulmones de los humanos. Una vez allí, se alojaría en los alveolos, provocando silicosis y, como consecuencia final, la muerte.
Aquel concejal, que a la sazón era médico en la Zona Norte, nos respondió, muy suelto y confiado, de que el "sílice no es contaminante". Claro que no, pero mata igual si se lo respira. ¿O no?
No decimos, tampoco, que el humo blanco contenga partículas de sílice pero, asociando arbitrariamente cuestiones que nos parecen relacionadas, no es poca la incidencia de cáncer en la zona norte donde, en Km. 8, está la fábrica de cemento.

Pero no vale escribir ni una letra más. Esta cuestión del humo de las chimeneas de Petroquímica S.A. viene de lejos, lejísimos en el tiempo. Claro que en esta época tan ambientalista, tal vez, quizá, a lo mejor, alguien que vea las fotos decida hacer algo en consecuencia. Decimos: en consecuencia apuntando al humo y no a otras acciones... ¿Se entiende?
Roberto Otero
2109 lecturas |
Ver más notas de la sección Medio Ambiente