El trabajo conjunto entre las empresas y los gobiernos locales para producir en forma sustentable.
La actividad petrolera en Vaca Muerta continúa elevando los indicadores nacionales, con un récord histórico: durante los primeros cinco meses de este año, se han completado 7.608 etapas de fractura, y se superaron la mitad de las 14.747 punciones realizadas en todo 2023 La actividad presenta oportunidades de crecimiento largamente conocidas, pero también una serie de dificultades logísticas de difícil solución: el abastecimiento de insumos, las importaciones de maquinaria y, también, el tratamiento de los residuos de la industria. Tal como sucede en otros casos, el desarrollo del no convencional avanza a un ritmo que a la infraestructura le cuesta igualar.
Según el Manifiesto Electrónico de Residuos Especiales (MERE) de la Subsecretaría de Ambiente de Neuquén, los residuos líquidos (como el flowback o agua de producción) y los residuos sólidos y semisólidos (principalmente recortes de perforación) aumentaron un 35,2% en 2023 en comparación con 2022.
En números absolutos: se trataron en todo 2023 un total de 1.022.290 metros cúbicos (m3) de residuos -sumando los líquidos, semisólidos y sólidos- contra 756.230 m3 en 2022.
A su vez, las operadoras petroleras -que informan oficialmente a través de declaraciones juradas- indicaron que generaron 993.265 m3 en 2023, dando un salto desde los 796.566 m3 del año anterior, es decir un 24,7%.
Uno de los mayores desafíos para el sector es continuar su ritmo creciente de producción. Tanto que Neuquén apuesta a triplicar la producción de petróleo en 2028. Pero esto provoca que los residuos están creciendo a una mayor velocidad que la capacidad de las plantas de tratamiento existentes.
¿Podrán las seis plantas neuquinas de tratamiento de residuos peligrosos de la industria hacer frente a este panorama? Dónde van a parar los residuos A 10 kilómetros del centro de Afielo, una localidad en el centro-este de la provincia de Neuquén, se encuentran las plantas de tratamiento de residuos peligrosos de hidrocarburos.
Estos desechos se acumulan en predios especiales, donde forman enormes montículos que se remueven con maquinaria y se tratan principalmente con hornos pirolíticos, los cuales no emiten gases contaminantes y reducen el contenido de hidrocarburos.
En Afielo operan seis compañías tratadoras principales: Compañía de Saneamiento y Recuperación de Materiales (Comarsa, ver caso aparte), Treater (en sociedad con Veolia), Industria Argentina de Reciclado (Indarsa) y Servicios Ambientales de Neuquén (SAN). Estas empresas son las más grandes y las preferidas por las productoras de hidrocarburos. Además, están presentes Ecopolo Argentina y TransEcológica.
Existen también otras firmas que se especializan en tratar residuos puntuales, como aceites y lodos, que son menos voluminosos y tienen una disposición final más sencilla. (...)
Fuente: Clarín
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