
La petrolera, con operaciones en Río Negro, Neuquén y Mendoza , comunicó a la Comisión Nacional de Valores (CNV) que postergará pagos mientras define un nuevo esquema de vencimientos. Según informó, la decisión responde a las restricciones para acceder a financiamiento en un contexto de mercado adverso.
“La compañía impulsará un proceso integral de reestructuración de su deuda financiera, ante las condiciones desafiantes del mercado de capitales que han dificultado el acceso a fuentes de refinanciamiento en términos compatibles con la sostenibilidad del giro ordinario de sus actividades operativas”, señaló en un hecho relevante publicado este martes.
En ese marco, difirió el pago de intereses correspondiente a las Obligaciones Negociables Clase VII , como parte de una estrategia de pagos “coordinada con el desarrollo de las negociaciones”. La medida, según indicó Aconcagua, apunta a preservar el trato igualitario entre acreedores y evitar decisiones que comprometan el proceso de negociación.
Negociación en marcha
Para encarar esta etapa, la compañía contrató al banco VALO Columbus como asesor financiero y al estudio Tavarone Rovelli Salim Miani como asesor legal. El plan contempla abrir una mesa con los principales acreedores para alcanzar un acuerdo de espera o standstill, que permita diseñar una propuesta de reestructuración sostenible .
“El objetivo es optimizar la estructura de capital, extender el perfil de vencimientos y preservar el valor económico del negocio en beneficio de todas las partes interesadas”, detalló la empresa, que aclaró que mientras se desarrolla el proceso dará prioridad a la operación corriente, las obligaciones laborales y la relación con proveedores y clientes.
La firma adelantó que espera completar el proceso “en las próximas semanas”, dependiendo del avance de las negociaciones y de otras herramientas de fortalecimiento patrimonial que están en evaluación.
Un debut frustrado
El plan de reestructuración se activó después de que la empresa suspendiera una emisión internacional por hasta u$s250 millones , correspondiente a las ON Clase XVIII, que estaba prevista bajo normativa 144A/Reg S, dentro de su programa global de hasta u$s500 millones.
La operación iba a marcar el ingreso de Aconcagua como emisor en el mercado de deuda internacional, con el objetivo de refinanciar pasivos y respaldar nuevas inversiones. La estrategia original incluía una ejecución por tramos: uno en el mercado local y otro en el exterior. Sin embargo, la falta de liquidez en pesos y la alta volatilidad truncaron la primera etapa.
Ya enfocada en el tramo internacional, la petrolera se encontró con nuevos obstáculos: inversores más reticentes a debutantes sin historial , sobreoferta de emisiones argentinas con mejor calificación, y el impacto de recientes defaults locales que incrementaron el riesgo percibido. Frente a ese escenario, optó por cancelar la operación.
Tras ese paso en falso, Fitch Ratings rebajó la nota crediticia internacional de la empresa a “CCC-” , citando “la limitada posición de liquidez, la falta de acceso a fuentes externas de financiamiento y el aumento en los riesgos de refinanciación en el corto plazo”.
Fuente: Ámbito Financiero
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