El precio promedio del MWh para la minería chilena se disparó a partir del corte de gas de la Argentina a Chile en 2007, aunque no es el único factor.
Los productores de cobre en Chile pagan uno de los mayores costos de energía eléctrica del mundo. Así surge de un estudio reciente del Consejo Minero, la organización sectorial que agrupa a las principales mineras en Chile. Lejos de mejorar, el costo energético seguirá aumentando si el gobierno de Gabriel Boric logra trasladar a los grandes consumidores de energía eléctrica el costo de financiar una gran expansión del subsidio eléctrico para los hogares de menores ingresos que comenzó a regir este año.
El último reporte de cifras de la minería del Consejo Minero indica que Chile tiene uno de los costos de energía eléctrica para empresas mineras en países productores de cobre más altos del mundo. El costo promedio mundial se ubica en 90 dólares por MWh, mientras que en Chile trepa a US$ 107 por MWh, un 19% más.
En contraposición figuran Australia y Perú como los países con los menores costos eléctricos para minería de cobre, con un costo promedio de US$ 68 y US$ 65 por MWh, respectivamente. China y República Democrática del Congo tienen los mayores costos promedios, en 116 y 109 dólares por MWh, respectivamente.
Chile es el principal productor de cobre: produjo 5.251.000 toneladas en 2023, el 24% de la producción de ese año. El podio lo completan República Democrática del Congo (2,84 millones) y Perú (2,76 millones).
Factores
El precio promedio del MWh para la minería se disparó a partir del corte de gas de la Argentina a Chile a mediados de la década del 2000, aunque no es el único factor, apunta el gerente de Estudios del Consejo Minero, José Tomás Morel, consultado por EconoJournal.
“Hasta el año 2006 la minería chilena tenía costos energéticos similares a los de otros países productores de cobre. Con los cortes gas argentino de 2007 se desencadenó un alza de costos energéticos en Chile”, explica Morel. El costo promedio se ubicaba en menos de US$ 75 por MWh antes del corte de gas de ese año.
Otra variable detrás del aumento del costo eléctrico se dio a partir de la reforma del sector eléctrico con la ley 20.936 de 2016, que estableció un nuevo sistema de transmisión eléctrica y creó un organismo coordinador independiente del sistema eléctrico nacional, el Coordinador Eléctrico Nacional.
“Hubo una baja sistemática del 2011 al 2016, pero a partir de ese último año en que se reformó la ley eléctrica, el costo se ha mantenido por sobre los US$ 100/MWh, pese a que la minería chilena ha liderado la incorporación de fuentes renovables en sus contratos de suministro eléctrico. En nuestra opinión, la ley del 2016 inició una escalada de traspasos directos de costos a los clientes, lo que ha mermado las señales de eficiencia para la generación y transmisión”, analiza Morel.
La minería de cobre representó el 35% del consumo total de electricidad en Chile en 2022. El Consejo Minero señala que desde hace algunos años más del 60% del suministro de la minería proviene de fuentes renovables.
Expansión de los subsidios
La industria minera y otros grandes consumidores de electricidad ven con preocupación otra variable que puede incrementar el costo energético aún más. El gobierno comenzó a instrumentar este año un subsidio en las tarifas eléctricas para los hogares de menores ingresos, que alcanzaría a cerca de un millón de hogares chilenos o tres millones de personas según estimaciones oficiales. Pero recientemente el gobierno anunció que buscará expandirlo a más de cuatro millones de hogares (unas diez millones de personas) y cargar parte del costo sobre los grandes clientes de electricidad.
En concreto, el ministro de Energía, Diego Pardow, anunció que presentarán un proyecto de ley que busca triplicar la cobertura de los subsidios a los hogares vulnerables. De esta forma, el costo fiscal estimado para financiar el subsidio saltará de US$ 120 millones a entre US$ 300 y US$ 350 millones por año.
El subsidio se financiará entre otras fuentes con el incremento del Cargo por Servicio Público (CSP), un recargo general en la facturas de luz que varía según el nivel de consumo mensual del cliente. Este punto fue objetado desde las organizaciones que nuclean a la minería y a otros grandes consumidores de electricidad. El presidente de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), Jorge Riesco, advirtió que “seguimos pensando que la minería aguanta cualquier cosa”.
El presidente de la organización industrial Asimet, Fernando García, indicó que «no es justo pretender que los clientes libres, cuyas tarifas nunca fueron congeladas, tengan que pagar ahora parte del subsidio, generando un impacto adicional a los costos de producción”. García hizo referencia al congelamiento en las cuentas de luz residenciales que Chile arrastra desde 2019 y que generó una deuda con generadoras eléctricas por US$ 6000 millones. El Congreso aprobó un recargo sobre el kWh en las facturas de luz hasta el 2035 para saldar esa deuda. En paralelo, dispuso los primeros aumentos tarifarios desde 2019. Para aminorar el impacto de estas medidas se decidió instrumentar el subsidio a la electricidad para los hogares de menores ingresos, una novedad en el país trasandino.
Fuente: Econojournal
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