Que la compulsa está definida y que sólo falta un paso burocráctico que es la aprobación del Directorio de Energía Argentina, la cual tendría lugar la semana que viene cuando su titular, Agustín Geréz, retorne de la gira por China. 

Según pudo saber este medio, la ventaja competitiva clave de la operadora del sistema de transporte sur del país fue el hecho de operar dos plantas compresoras en los alrededores de ambos extremos del caño, lo que le permitió abaratar su propuesta. Luego de oficializarse, la adjudicación por la operación y el mantenimiento del caño tendrá un plazo de 10 años e incluye también a las plantas compresoras que se pondrán en marcha en los meses subsiguientes a la inauguración de esta nueva arteria del gas argentino. 

Al mismo tiempo, este triunfo le otorga una clara ventaja a TGS para alcanzar también el control del segundo tramo de la obra que, de todos modos, todavía no tiene cerrado su financiamiento y, por lo tanto, no se conoce el inicio de su fecha de construcción. 

Con seguridad, tras esta noticia, la transportista ocupará un lugar central en el acto del 20 de junio que oficializará la puesta en marcha del tan debatido caño. Debido a su alto significado político, fuentes oficiales afirmaron que todavía se está analizando minuciosamente la ubicación del mismo, donde compiten un puñado de localidades que rodean la traza. “La semana próxima puede haber novedades”, indicaron.