Desde su llegada al país en 1914, Shell estuvo a la vanguardia de las oportunidades de desarrollo energético que se fueron abriendo en Argentina, desde el Downstream hasta el Upstream.
Hoy, continúa fortaleciendo su posición en el mercado argentino con inversiones estratégicas, como su participación en el desarrollo de Vaca Muerta, uno de los yacimientos de shale más importantes del mundo.
La compañía invierte unos 600 millones de dólares anuales en Vaca Muerta, con la posibilidad de seguir incrementando esta cifra para expandir su capacidad de producción y procesamiento desde los 42.000 barriles diarios actuales.
Shell Argentina fue una de las primeras empresas internacionales en ingresar en Vaca Muerta en 2012 y hoy integra el top 3 de productores de crudo no convencional en Argentina.
Sus operaciones se concentran en Sierras Blancas, Cruz de Lorena y Coirón Amargo Sur Oeste en sociedad con GyP en la ventana de petróleo de la formación, y en Bajada de Añelo con YPF como socia, en la ventana de transición entre petróleo y gas. Bandurria Sur, operado por YPF, y Rincón La Ceniza y La Escalonada, operados por TotalEnergies.
"A lo largo de estos 110 años, Shell pasó por muchas transformaciones, desde el Downstream hasta el Upstream, en áreas como química, refinería, exploración y producción. Este constante reinventarse es parte de nuestro ADN", remarca Germán Burmeister. Cabe recordar que la compañía fue una de las primeras multinacionales en incursionar en el sector energético argentino.
Para celebrar sus 110 años de trayectoria, Shell, en colaboración con El Cronista, produjo un especial digital que reunió a tres de los mayores expertos del sector. Este suplemento se enfocó en profundizar en tres ejes clave: la historia de la energía en el país, la necesaria transición energética y el potencial de Vaca Muerta, así como la capacidad productora de Argentina.
"El caso de Vaca Muerta es emblemático. Argentina tiene una de las formaciones de gas y petróleo no convencionales más importantes del mundo", indica el ingeniero Raúl Parisi. La producción en la formación shale explica más de la mitad de la producción del país y cerca del 75% de la Cuenca Neuquina.
En 2018, Shell Argentina vendió sus activos del Downstream para enfocarse en el Upstream y actualmente produce 50.000 barriles diarios de petróleo en cuatro bloques operados y tres no operados.
"Hoy Argentina produce muchísimo gas y petróleo ? destaca Nicolás Gadano, especialista en la historia de los hidrocarburos en el país ?. No somos un gran exportador de petróleo o gas, pero Vaca Muerta tiene el potencial de convertirnos en uno".
Para aprovechar las oportunidades energéticas, es importante evitar errores del pasado.
"Hay que comprender a dónde va el mundo en términos de energía y cambio climático.
La generación del 80 entendió esto y convirtió a la Argentina en una potencia mundial en solo 20 años", explica Parisi. "Hoy, Argentina tiene la oportunidad de posicionarse como un proveedor clave de energía, pero debe alinearse correctamente con las necesidades globales y evitar caer en los mismos errores que la desvincularon del progreso en el siglo XX", agrega.
Por su parte, el consultor en energía Daniel Gerold advierte que el éxito depende de mantener reglas de juego claras y consistentes, que atraigan más inversiones y consoliden a Vaca Muerta como un actor clave en el mercado energético global.
"Tenemos un recurso de escala mundial, pero necesitamos reglas de juego también de escala mundial", concluye.
Fuente: El Cronista
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