
Europa logró dejar atrás lo peor de la crisis energética gracias al gas natural licuado (GNL). El reemplazo de las importaciones por gasoductos desde Rusia con importaciones por barco ocurrió relativamente rápido. En el Dutch TTF, principal punto de comercio virtual de gas en Europa, los precios spot cotizan actualmente a € 30 por MWh, o casi US$ 9 por MMbtu. Son precios que están muy por debajo de los precios de pánico de 2022 tras la invasión de Rusia en Ucrania. ¿Terminó la volatilidad en los precios, o sigue habiendo un desequilibrio entre la oferta y la demanda de GNL?. ¿Qué puede esperarse del mercado en los próximos años?.
Tomas Marzec-Manser lidera el área de Gas Analytics en Independent Commodity Intelligence Services (ICIS), una consultora con una larga trayectoria en el seguimiento de los mercados de commodities en Europa y a nivel global. Desde Londres, Marzec-Manser repasó con EconoJournal los cambios en el mercado europeo del gas a partir de la crisis energética, las perspectivas en el mercado global del GNL en los próximos años, los factores geopolíticos que complican al mercado y las oportunidades de la Argentina como exportadora de gas.
-El aumento de precios provocó muchos cambios de comportamiento. Hemos visto caer considerablemente el consumo de gas en Europa y tuvimos muchos cambios en los patrones de consumo. Lo más obvio ha sido el cambio en la demanda de gas por parte de los usuarios finales industriales. Los costes que pagaban eran obviamente muy similares al precio mayorista o estaban directamente relacionados con él. Hemos visto una destrucción de la demanda en algunas partes del sector del gas industrial en Europa. También hemos visto cambios de comportamiento dentro de los sectores residencial y comercial. Por lo tanto, el gas se utiliza principalmente para la calefacción de viviendas o de edificios comerciales y estamos viendo cierta recuperación en esa área, pero ciertamente en el sector industrial aún queda un largo camino por recorrer antes de que podamos hablar de una recuperación.
Por otro lado, la reorientación del suministro de gas ha sido significativa. Se pasó de ser un mercado cuya principal fuente de suministro era el gas ruso por gasoducto a encontrarse ahora en una situación en la que el GNL estadounidense es una de las principales fuentes de suministro, aprovechando esos volúmenes para satisfacer unos niveles de demanda más bajos, además de construir nueva infraestructura para facilitarlo, con nuevas terminales de GNL en Holanda, Alemania, Finlandia e Italia. Y un tercer elemento a considerar es que los dos últimos inviernos han sido bastante suaves y la demanda para calefacción no fue tan grande como en años anteriores.
Ahora nos encontramos en una situación muy cómoda para el verano. Las unidades de almacenamiento en Europa están mucho más llenas de lo normal para esta época del año y el proceso de llenado que ocurre durante el verano y hasta octubre lo esperamos con mucha anticipación. Eso permite que el precio baje y se reduzca el riesgo.
Fuente: Econojournal
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