La inauguración del gasoducto Néstor Kirchner fue tan solo la primera de una serie de obras que planifica el Estado para lograr el autoabastecimiento energético y exportar a la región, dado que Vaca Muerta cuenta con recursos para 150 años. El próximo paso será la obra conocida como la “Reversión del Gasoducto Norte”, que permitirá llevar gas a las provincias del centro y norte del país, y ahorrar u$s3.500 millones por dejar de importarle la energía a Bolivia, que cuesta cuatro veces más. Lo que acaba de definir el Gobierno es cómo será el financiamiento y durante los próximos días se realizará el llamado a licitación.
Completado el gasoducto Néstor Kirchner, que lleva el gas desde Vaca Muerta hasta la provincia de Buenos Aires, el mayor centro de consumo, la próxima obra será la llamada Reversión Norte. Consistirá justamente en revertir la infraestructura existente para que el gas, en vez de ir desde Bolivia hacia abajo, vaya desde Vaca Muerta y hacia las provincias del norte. La expectativa oficial es que esté listo para el invierno de 2024.
Importancia En una primera etapa, fuentes oficiales explican que la clave de esta obra tiene que ver con el autoabastecimiento energético. Esto es porque el contrato con Bolivia, que debería haber finalizado en 2026 porque fue firmado por 20 años, finalizará el 31 de diciembre de este año, porque el país vecino tiene sus cuencas en declino.
Que haya gas en el norte del país es esencial también para la electricidad, dado que la generación eléctrica se realiza con centrales térmicas que requieren de gas porque no son duales (en cuyo caso podrían abastecerse de combustibles líquidos).
Además del autoabastecimiento, otro punto es el ahorro de divisas por los menores costos. Fuentes oficiales afirmaron que implicará un ahorro de u$s3.500 millones para los próximos tres años, por año por lo que dejará de pagarse a Bolivia.
Y, a partir de 2025, de u$s2.200 millones cada año. Además, desde el Ministerio de Economía, que encabeza Sergio Massa, agregan que será energía con un precio 70% menor al de Bolivia. El precio de venta del gas inyectado localmente es de u$s3,79 MM/Btu, contra u$s11,32 del gas natural importado, y muy inferior a los u$s18,24 del GNL, según los últimos datos a mayo del monitor de subsidios a la energía de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC).
Financiamiento Lo que acaba de definir la Secretaría de Energía -a cargo de Flavia Royón- es cómo será el financiamiento.
De momento, Massa había acordado con el Banco de Desarrollo para América Latina (CAF) un crédito de u$s540 millones, que se aprobó en abril. Sin embargo, el costo total de la obra se estima en u$s750 millones. Aunque en un principio se hablaba de que pudiera existir financiamiento de empresas del sector privado para complementar esos u$s210 millones pendientes, la definición que tomó Energía es que lo financiará Cammesa, que es la compañía que administra el mercado mayorista eléctrico, que tiene participación público y privada.
La resolución que se publicará en el Boletín Oficial establece que se hará a través de una operación de “crédito reintegrable”, con el dinero que dispone Cammesa de haber exportado energía eléctrica, y que lo tiene en un fondo de estabilización creado en 2021.
Fuente: Ambito Financiero
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