Para ello, la consultora Economía & Energía calculó tres escenarios distintos al 2030 para brindar una estimación más detallada. Antes de eso, es importante recordar el punto de partida. Mientras que en 2022 la balanza comercial energética fue negativa en unos 4.500 millones de dólares y en 2023 fue casi neutra, este año se estima que cerrará por arriba de los 5.000 millones de dólares.
El escenario base estima una continuidad con la tasa de crecimiento actual de la producción hidrocarburífera, la terminación de las obras que están actualmente en construcción sumado a la primera etapa del Vaca Muerta Sur (360 mil barriles) y la instalación del proyecto de GNL de PAE . Es decir, no tiene en cuenta nuevos gasoductos ni grandes exportaciones de gas a países limítrofes y tampoco considera el proyecto Argentina GNL de YPF.
En esta mirada conservadora, la producción de crudo de todo el país superaría los 1,2 millones de barriles día en 2030 (cuando el 2024 cerrará con un promedio de 715 mil) y sus exportaciones pasarían de los 5.600 millones de dólares de este año a más de 18.000 millones al inicio de la próxima década. , se mantendría el nivel de ventas externas actuales a Chile y se sumarían los volúmenes de GNL del proyecto de PAE a partir del 2027 (8,3 millones de m3 al día). Así, se llegarían a exportaciones de gas por 1.500 millones de dólares al año.
De esta manera, y tras contemplar importaciones que bajarían un 13% respecto al nivel del 2024, el saldo comercial total cerraría en 18.700 millones al 2030. El segundo escenario trazado por la consultora de Nicolás Arceo se denomina Árido y es el más pesimista. La tasa de crecimiento de la producción es un 25% menor a la anterior, no considera la construcción del Vaca Muerta Sur ni ningún proyecto de GNL.
Acá la producción de crudo llega a un pico de 947 mil barriles por un total de 10.300 millones de dólares en ventas externas, las exportaciones de gas alcanzan los 900 millones y la balanza comercial energética totaliza los 10.400 millones en el 2030. Por último, el escenario más optimista es el expansivo, aunque tampoco imagina proyecciones tan difíciles de concretar.
La diferencia con el escenario base es una producción un 25% más alta a raíz de la concreción de la segunda etapa del Vaca Muerta Sur (500 mil barriles en total a pesar de que el proyecto de YPF podría superar los 770 mil barriles), la obra de TGS para ampliar el gasoducto Perito Moreno (ex GPNK) por 14 millones de m3/d y un proyecto de GNL adicional, pero chico (3 MPTA). Acá, la producción de crudo llega a 1,4 millones de barriles, las exportaciones petroleras a 22.000 millones de dólares, las ventas externas de gas superan los 3.100 millones y la balanza comercial llega a 25.000 millones.
Fuente: La Mañana de Neuquén
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