En el mundo energético argentino las dos aristas de crecimiento son los hidrocarburos y las energías renovables, tal como la eólica y la solar, entre otras. El progreso reciente en ambas áreas en encomiable.
Refiriéndonos a los hidrocarburos fósiles, los no convencionales, el shale oil y el shale gas, el desarrollo y crecimiento del sector en los últimos cuatro años es enorme, podemos hablar de una revolución en el sector. La transformación para la economía puede ser tal que cambie el perfil del país. Se evidencian reservas en Vaca Muerta de casi 310 TCF (trillones de pies cúbicos) de gas y 16 mil millones de barriles (MMB) de petróleo, lo cual decuplica las reservas actuales. Sin embargo, sólo un porcentaje inferior al 5% del área de 30 mil km2 están siendo utilizados exitosamente y el impacto comienza a sentirse de modo significativo.
Hace 15 años, decíamos que la accesibilidad a los recursos energéticos, la tecnología y los recursos humanos eran los tres vectores clave en el desarrollo de la producción de petróleo y gas.
Se hablaba de accesibilidad, más allá de la disponibilidad de los recursos, pues los conflictos geopolíticos en el mundo dificultaban la exploración y extracción de los hidrocarburos. Hoy, salvo excepciones, tales conflictos se han minimizado, incluso en el Medio Oriente, pero lo cierto es que entonces se hablaba de la existencia de recursos para varias décadas y hoy hablamos de caudal para centenares de años. En este contexto, EE.UU.
se transformó en el primer productor mundial de petróleo desplazando a los países de la UPEC.
Dentro de esta pujante trama, el caso de Vaca Muerta destaca por su fenomenal disponibilidad y accesibilidad para la exploración. La locación en la Patagonia, lejos de áreas superpobladas, y las características de las rocas y del suelo (perforación a 2.000 metros de profundidad), hacen de VM uno de los reservorios de mayor excelencia del mundo y con ventajas comparativas importantes.
Factores que amplifican los resultados En lo referente a la aplicación de las nuevas tecnologías con el fin de potenciar la industria del petróleo y el gas, desde siempre fue clave y hoy, el desarrollo es sorprendente.
En el mundo de la Inteligencia Artificial, la biotecnología, el Big Data, la innovación y la digitalización, el sector petrolífero y gasífero de nuestro país es un jugador de clase mundial, respetado por actores globales. Las operaciones son altamente automatizadas, muchas de ellas controladas remotamente y facilitando la tarea humana de modo considerable.
Basta ejemplificar con el comentario sobre los pozos horizontales en VM que se monitorean por supervisores que operan desde Canadá, a tiempo real. Las grandes empresas están operando en el área, pero también empresas independientes han comenzado a establecerse, con aquellas que brindan el apoyo logístico y de servicios necesarios para los objetivos de exploración y producción.
El tercer vector se refi ere a los recursos humanos. Hasta hace 10 años los talentos relacionados con la industria eran cubierto, por lo general, por grupos etarios avanzados, lo cual es también cierto a nivel internacional. Así, uno de los desafíos del próximo Congreso Mundial de Energía organizado por el World Energy Council, en septiembre de este año, en Abu Dhabi, es justamente establecer cursos de acción para atraer la atención de grupos más jóvenes de profesionales que consagren su vida laboral a la energía.
En el caso de Vaca Muerta, por haber sido su desarrollo en el último quinquenio, con la conjunción de esfuerzos por parte del empresariado, los trabajadores y las autoridades de gobierno de modo mancomunado, la industria ha incorporado a muchos jóvenes de las disciplinas de: ingeniería, ciencias duras, matemáticas y tecnología en general.
Pero dada la alta demanda de trabajo, allí la tasa de desempleo es de las más bajas del país. El desarrollo de la actividad continuará creciendo y traerá consigo una mayor demanda laboral, se necesitará incorporar muchos talentos y cada vez más entrenamiento y capacitación en las nuevas modalidades automatizadas de operación tanto en niveles senior y aún los más junior, que deberán estar adecuadamente calificados. Hoy día un Company Person (antes Company Man) requiere entrenamientos para la operación diaria que hace tan solo cinco años eran impensados.
Otro aspecto es la supervisión y la dirección. En el mundo de la AI y la biotecnología, más allá de los conocimientos STEAM (ciencias, tecnologías, ingeniería, arte y matemáticas, por sus siglas en inglés), el desafío es poder trabajar con visión de futuro, ser parte de un equipo, compartir el crecimiento y desarrollo, poder liderar y sobre todo, tener la capacidad de aprender nuevas formas de trabajo, incorporando transformaciones permanentes. Esto requiere de una alta dirección capaz de enfrentar el desafío.
La industria está cambiando de manera acelerada y vertiginosa y se necesitan estructuras ágiles y profesionales que sepan conducirlas. Así las organizaciones deben ser muy cuidadosas al incorporar o designar a sus directivos, gerentes y/o líderes.
Deben ser escogidos con mucho profesionalismo, con adecuadas evaluaciones de potencial, y considerando, como dijo un estadista, que “no hay experiencia sobre lo ocurrirá en el futuro, solo hay experiencia sobre lo que ya pasó”. Es por ello que el desafío será poder incorporar la mejor gente luego de procesos certeros de evaluación profesional y pormenorizada.
Fuente: BAE
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