Tecpetrol, la petrolera del Grupo Techint, es uno de los principales jugadores de Vaca Muerta y actual responsable del crecimiento de producción del yacimiento.

Lleva invertidos más de US$ 1.800 millones en su proyecto Fortín de Piedra y en muy poco tiempo alcanzó una producción de 17,5 millones de m3/día de gas natural. Carlos Ormachea, presidente y Ceo de Tecpetrol, comenta ante El Economista como Vaca Muerta está cambiando la historia energética argentina.

El desarrollo de Fortín de Piedra es el proyecto más importante de la historia de Tecpetrol, no sólo por su magnitud sino también por la complejidad de su ejecución en tiempos tan cortos como los que se propusieron y pudieron cumplirse.

Lo hecho en Fortín de Piedra consolida las capacidades de Tecpetrol para seguir creciendo en el desarrollo de yacimientos no convencionales, tanto en Vaca Muerta como en otras regiones de América Latina.

Múltiples aspectos resultan necesarios para que el desarrollo del recurso Vaca Muerta pueda ocurrir en plenitud. Si tuviera que resumir en dos grandes conceptos lo que se necesita para tener chances de éxito en el intento elegiría (I) marco institucional que permita invertir en proyectos de esta magnitud y (II) costos que hagan competitivos estos proyectos con las mejores alternativas productivas del mundo.

En marco institucional incluye reglas de juego claras, comparables con las vigentes en otras latitudes y que se respeten a lo largo de la vida de los proyectos. También un contexto económico financiero que permita financiar proyectos de la magnitud que implica el desarrollo de Vaca Muerta en condiciones competitivas. Lograr costos competitivos es una tarea de toda la industria, operadoras, proveedores de materiales, compañías de servicio. La baja de costos de logística requiere soluciones que involucran decisiones de Gobierno.

El desarrollo del petróleo de Vaca Muerta parece viable a los precios actuales de mercado mundial, aunque el impuesto a las exportaciones (retenciones) le quita atractivo frente a otros países que no lo tienen. El gas en cambio necesita desarrollar nuevos mercados para poder seguir creciendo.

Para todos los desarrollos, el costo actual de financiamiento y las restricciones de acceso al crédito imponen una dificultad adicional.

El cambio de reglas priva a Tecpetrol de un flujo de caja con el que contaba para seguir su plan de inversiones en Vaca Muerta. La compañía se vio obligada a tomar medidas para recomponer el equilibrio financiero.

Se ha efectuado el reclamo por la vía administrativa como corresponde. La respuesta negativa por parte del Ministerio de Hacienda abre ahora la instancia judicial.

El desarrollo pleno del potencial de Vaca Muerta se dará cuando se desarrollen gas y petróleo. En este momento las condiciones de mercado favorecen el desarrollo del petróleo. El gas necesita conquistar nuevos mercados para poder seguir creciendo.

Las energías renovables compiten con el gas de Vaca Muerta por el suministro a la demanda de electricidad. La penetración de renovables es una tendencia mundial de la que Argentina no será ajena pero el gas es también un combustible de transición hacia energías más limpias y en este momento resulta sustancialmente más barato. Además provee energía firme (las energías renovables son intermitentes), es muy abundante a partir del comienzo de la explotación de Vaca Muerta y su desarrollo tiene una integración nacional muy superior a las renovables (genera más empleo local y tiene mayor efecto multiplicador en el crecimiento de la economía).

El descubrimiento de este recurso extraordinario impone un cambio de paradigma para la política energética resultando conveniente dar espacio ahora a su desarrollo para lo cual hay que permitirle competir en igualdad de condiciones con otras alternativas, lo que permitirá reducir los costos de la energía a consumidores industriales, familiares y al Estado.

Los cuellos de botella en el transporte son una de las preocupaciones para el crecimiento de Vaca Muerta. 

El oleoducto Loma Campana–Lago Pellegrini, que Tecpetrol construyó junto con YPF, abre el camino para que la producción de las próximas inversiones en petróleo de Vaca Muerta pueda transportarse a puertos de destino. Una expansión de la infraestructura de transporte de gas desde Neuquén contribuirá en el mismo sentido para el desarrollo del gas ya que los desarrollos actuales saturarán rápidamente la capacidad de transporte de gas existente desde Neuquén hasta los principales centros de consumo.