Las nuevas energías limpias no han podido aún reducir el consumo de las energías contami- i nantes (carbón, petróleo y gas). Según la Agencia Internacional de Energía, las emisiones anuales energéticas de CO2 del año pasado, en lugar de converger a cero, son 7,4% mayores que las de 2013. Los cinco principales emisores son China, Estados Unidos, India, Unión Europea y Rusia, que actualmente emiten nada menos que dos tercios del total de las naciones. Desde la Revolución Industrial vienen aumentando estas emisiones globales contaminantes, impulsadas por el crecimiento del consumo de energías fósiles y la deforestación.
Los paneles científicos de las Naciones Unidas nos han alertado de que, para evitar incontrolables desastres climáticos, no podíamos cruzar la barrera de 450 ppm de CO2 acumulado en nuestra atmósfera. La realidad es preocupante porque, según las cifras del mes pasado, al actual ritmo cruzaríamos esa barrera critica en apenas ocho años y deberíamos padecer un sostenido aumento de la temperatura y desastres ambientales, hechos que ya vienen ocurriendo en este siglo. Recordemos que 450 ppm es un valor crítico que no debe ser superado si queremos que la temperatura mundial no aumente de una manera peligrosa para la vida en esta Tierra.
El cambio climático está incidiendo en las vidas de miles de millones de personas y supone una amenaza para las generaciones futuras. Según la NASA, países como Pakistán podrían afrontar un incremento considerable de la temperatura. En el Golfo Pérsico, las proyecciones revelan que, si no hay medidas urgentes, tal región será inhabitable para el año 2050, al igual que el mar Rojo, debido a que las áreas costeras están en riesgo de sufrir un aumento en la temperatura que las haría inviables para la vida humana. La NASA, basada en datos satelitales, identifica extensas áreas donde el aumento de la temperatura y de la humedad creará condiciones insostenibles para la vida humana. (...)
Fuente: La Nación
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