
Férreo defensor del "Estados Unidos primero", el mandatario anunció este lunes la imposición de un arancel del 25% sobre el comercio con cualquier país que compre petróleo o gas venezolano.
Paralelamente, otorgó un respiro a Chevron, la única petrolera estadounidense con operaciones en ese país, al extender el plazo para liquidar sus actividades en el país hasta el 27 de mayo.
El anuncio reforzó la postura de la administración republicana contra el gobierno de Nicolás Maduro y marca un nuevo episodio de la tensa relación entre Caracas y Washington. La medida tiene dos frentes: una presión comercial y una ofensiva diplomática, que según Trump, busca frenar la migración venezolana a Estados Unidos y sancionar lo que considera un régimen hostil.
Chevron había recibido la orden de cerrar sus operaciones en Venezuela a finales de febrero, con una fecha límite del 3 de abril. Sin embargo, la compañía ejerció presión sobre la administración de Trump para conseguir más tiempo. Finalmente, extendieron el plazo hasta el 27 de mayo.
De acuerdo con reportes de la prensa estadounidense, los directivos de la petrolera insistieron en la necesidad de una transición ordenada para evitar mayores impactos en la producción y exportación de crudo venezolano.
Trump, pese a su discurso anti- Venezuela, accedió a conceder la prórroga.
El anuncio de las sanciones incluye lo que Trump denominó un "arancel secundario" del 25% sobre el comercio con cualquier nación que adquiera petróleo venezolano.
Venezuela es el tercer proveedor de crudo de Estados Unidos, detrás de Canadá y México.
Según datos de la Administración de Información Energética (EIA), en febrero exportó 240.000 barriles diarios a EE.UU., 500.000 a China y 70.000 a India y España.(...)
Fuente: Diario Río Negro
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