Sin embargo, el salto en el precio de la electricidad es un mal menor para los planes de la compañía, que espera elevar hasta un 15% el peso de las renovables en su consumo.
Los privilegiados que alguna vez han tenido la oportunidad de sobrevolar las inmediaciones de la ciudad santafesina de Rosario habrán podido tomar dimensión de lo que significa la planta madre de Acindar, al sur de Villa Constitución. Un puerto de minerales propio y una serie de naves industriales con la herrumbre característica de su producción, diseminadas en un predio de más de 200 hectáreas a la vera del Paraná, escupen miles de toneladas (Tn) de acero a diario.
En el imaginario colectivo de los habitantes de la zona se dice que su consumo eléctrico iguala al de la ciudad cabecera del clásico Central-Newell’s. Cuando de gas se trata, de hecho, se multiplica por cinco la demanda de todo Villa Constitución. Lo cierto es que Acindar Grupo ArcelorMittal es el segundo grupo siderúrgico de la Argentina e integra la corporación india responsable de producir una de cada 10 Tn de acero en todo el mundo.
El año pasado, la filial local facturó $ 16.053 millones, suficiente para colarse entre las 75 compañías con mayor facturación en el país. «Las políticas que implementó el gobierno de Mauricio Macri en materia energética incorporaron algunos impuestos y fue así como pasamos de pagar u$s 60 a abonar u$s 80 por megawatt (Mw) en la actualidad», reconoce Marcelo Marino, CEO de Acindar Grupo ArcelorMittal, en diálogo con Revista TRAMA.
«Hoy empezamos a ser competitivos, pero todavía hay costos argentinos por mejorar, como la energía eléctrica. Afortunadamente, es un proceso que está en marcha», celebra el ingeniero mecánico brasileño, que lleva casi 20 años trabajando en la industria.
Egresado de la Universidad Federal de Minas Gerais (Brasil), sostiene que su mayor temor al desembarcar en el país –ocupa su cargo actual desde enero– era que la Argentina ganase el Mundial. Sorteada esa amenaza, Marino se presta a optimizar el uso de energía e incrementar el consumo de renovable en la matriz productiva de las cinco plantas con las que cuenta el grupo a escala nacional.
A la hora de analizar lo que pasó en la Argentina en los últimos dos o tres meses en términos de volatilidad cambiaria, afirma que hubo una adecuación del valor del dólar. «El peso estaba apreciado. No era un punto de equilibrio. Y me parece que ahora está llegando a uno. Quizá podría ser un poco más gradual, pero cuando superemos esta etapa de turbulencia, el país será más competitivo», anticipa.
Este tipo de cambio le permitió a la industria elevar la competitividad incluso con respecto al mercado externo. Desde lo regional, indica, Acindar compite en materia de exportaciones con el mercado de Sudamérica. «Están los chinos, los turcos, los mexicanos y los brasileños. Entonces, de una manera u otra, competimos con Brasil y con todos los que tienen exceso de producción», precisa. (...)
Fuente: Econojournal
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