En el evento de cierre de año, el presidente de la CAEM (Cámara Argentina de Empresas Mineras), Roberto Cacciola, destacó las "buenas noticias" que trajo el 2024, y puso el foco en los peligros que aún están en el horizonte para la actividad. "Fue un año de muy buenas noticias, pero que al mismo tiempo esto genera desafíos porque esas buenas noticias, en algunos casos, pueden tener una durabilidad muy corta", señaló.

Sobre el RIGI remarcó que generará la posibilidad de desarrollo de proyectos que llevan décadas que nunca se llevaron adelante por "errores en la conducción económica" y que lanza un mensaje al mundo con "tres aspectos fundamentales que debían ponerse arriba de la mesa": tener un país competitivo en materia tributaria, que quienes inviertan puedan pagar sus deudas, sus préstamos, sus intereses y el pago de dividendos y, fundamentalmente por el prontuario de la Argentina, la posibilidad de litigar en el exterior si se incumplen los contratos. 

¿Por qué siguen bajando los dólares "libres"? Se encarecieron los vuelos internacionales que salen de Santiago de Chile Destacó también el avance de la actividad del litio que ya se encuentra en pleno desarrollo a pesar de la brusca caída de precios del último año, pero llamó la atención sobre la crisis que existe en el país con la minería del oro y la plata, con yacimientos que se encuentran en etapas ya maduras y sin reemplazos a la vista. "No hay interés generalizado para desarrollar nuevos proyectos. La única alternativa que tenemos es incentivar a los que están" y aunque aparecieron proyectos en Gualcamayo y Hualilán "tenemos claro que esto no va a reemplazar lo que dentro de tres o cuatro años se va a acabar", definió. 

Remarcó que si no hay nuevos proyectos en marcha, se va a acabar la licencia social que se ha generado a partir del litio y del cobre, materiales esenciales para la electromovilidad y las energías limpias, que hizo que el 70% de la población esté a favor de la minería. Otro de los puntos críticos en la actividad es el de minerales industriales. La falta de obra pública generó una crisis y desde CAEM, teniendo en cuenta que el Gobierno decididamente no reactivará las obras, entienden que necesitarán de obra privada que las sustituya. "Tenemos un camino importante para recorrer para que se apuren los procesos de licitaciones y que las obras empiecen a fluir".