Mientras Europa lidia con su dependencia del GNL tras la crisis energética, Argentina enfrenta el desafío de desarrollar Vaca Muerta sin comprometer sus objetivos climáticos ni su biodiversidad.
El desafío ambiental del GNL: ¿Solución energética o problema climático?
El Gas Natural Licuado (GNL) ha sido presentado como una alternativa más limpia en la transición energética global.
Sin embargo, un reciente estudio de la Universidad de Cornell cuestiona esta percepción, al señalar que la huella de carbono del GNL es un 33% mayor que la del carbón, cuando se consideran factores como el procesamiento, transporte y licuefacción.
Este hallazgo tiene profundas implicancias para países como Argentina, que apuestan al desarrollo del GNL, y para Europa, que depende cada vez más de este recurso ante la crisis energética.
El impacto ambiental del GNL según Cornell
La investigación, titulada “La huella de gases de efecto invernadero del gas natural licuado (GNL) exportado desde Estados Unidos”, publicada en Energy Science & Engineering, revela que las emisiones de metano y dióxido de carbono asociadas al ciclo de vida del GNL representan cerca de la mitad de su huella total de gases de efecto invernadero.
El autor del estudio, Robert Howarth, destaca que el proceso de licuefacción del gas natural, necesario para transportarlo en estado líquido, y las fugas de metano durante el almacenamiento y transporte, amplifican su impacto climático.
El metano, más de 80 veces más dañino que el dióxido de carbono en un período de 20 años, es una de las principales preocupaciones. Incluso con avances tecnológicos en los buques cisterna que utilizan motores más eficientes, las emisiones de metano durante el transporte hacen que el GNL sea más perjudicial para el clima que el carbón.
El GNL en Argentina: promesas y desafíos
Argentina, con sus vastas reservas de gas no convencional en Vaca Muerta, ha apostado al desarrollo del GNL como una estrategia para incrementar sus exportaciones y posicionarse en el mercado energético global.
Proyectos como la planta de GNL en Punta Colorada, en la provincia de Río Negro, buscan captar inversiones y generar ingresos en un contexto de creciente demanda global. Sin embargo, el desarrollo de estas instalaciones plantea serias preocupaciones ambientales.(...)
Fuente: Diario Jornada
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