La colocaci贸n de deuda que hizo ayer la petrolera YPF fue la mejor reacci贸n que pod铆a haber cosechado la Argentina tras la definici贸n de candidaturas que cada alianza electoral hizo este fin de semana. No se trata de una noticia que despeje por completo el horizonte financiero del pa铆s, porque la brecha de tasas que hay entre lo que los inversores le pidieron a la petrolera y el riesgo que tienen los bonos soberanos, exhibe una realidad que tiene nombre y apellido: se llama elecci贸n presidencial con resultado a煤n incierto. Pero por lo menos, que una cantidad considerable de inversores globales haya decidido tomar riesgo argentino traduce y profundiza una sensaci贸n que se instal贸 a mediados de mayo (desde que Cristina Kirchner se repleg贸 y le dej贸 el protagonismo a Alberto Fern谩ndez), y es que el fantasma del default est谩 m谩s lejos. No desapareci贸, pero tampoco pesa como seis meses atr谩s.

El timing de la colocaci贸n fue dise帽ado por los bancos emisores (Citi, HSBC e Ita煤). Estaba calculado el efecto pol铆tico, pero no tanto el golpe que dio la Corte Suprema de EE.UU., cuyo fallo se conoci贸 cuando el bono ya estaba sobre la mesa.

Los gestores subrayaron, en ese sentido, que pese a la coincidencia temporal, no aparecieron nuevas dudas, ya que el gobierno estadounidense se hab铆a pronunciado en contra del planteo argentino hace poco m谩s de un mes. Despu茅s de esa interpretaci贸n, que el m谩ximo tribunal saliera a respaldar la postura de la Casa Blanca solo era cuesti贸n de tiempo. Los colocadores tambi茅n remarcaron que la demanda que rehabilit贸 el tribunal (la causa vuelve a manos de una jueza de Nueva York) no es contra YPF sino contra el Estado Nacional, autor material de la expropiaci贸n en 2012.

El juicio fue iniciado por el grupo Petersen despu茅s de que la nacionalizaci贸n impulsada por Cristina Kirchner y su ministro Axel Kicillof, violara una cl谩usula del contrato que obligaba al nuevo accionista mayoritario a hacerle una oferta a los minoritarios (los Eskenazi pose铆an 25% del paquete). El fondo buitre Burford se qued贸 con los derechos del juicio en 2015 y desde entonces los hizo crecer, al punto de que el perjuicio para el Tesoro de un fallo en contra podr铆a llegar a u$s 3000 millones.

A la se帽al positiva que representa para el Gobierno el hecho de que se hayan reabierto los mercados para una emisi贸n de deuda argentina (la 煤ltima hab铆a sido en abril de 2018) la acompa帽a una negativa de corto plazo: Miguel Pichetto, el compa帽ero de f贸rmula de Mauricio Macri, vot贸 y defendi贸 la expropiaci贸n de YPF.

Pero no es el 煤nico: tambi茅n los radicales Mario Negri y Miguel Bazze, que buscan seguir en Diputados bajo el paraguas de Juntos por el Cambio. En la Argentina, como ya se sabe, nadie resiste al archivo.