El césped que prevalece, conforma la escena y rodea las oficinas recibe el mismo cuidado que aquellos productos que están listos para vender y son meticulosamente elaborados en las plantas de producción. En el Complejo Industrial La Plata (CILP) de YPF las reglas son claras: los vehículos deben circular a una velocidad que no supere los 10 kilómetros por hora (km/h) y los trajes ignífugos –junto con el casco, los lentes y los protectores auditivos– son obligatorios. 

En ese contexto, Alejandro Zubizarreta, gerente general del CILP, dialogó con este medio como corolario de un itinerario que incluyó varios parajes, en donde fue posible visualizar el desarrollo y la producción de lubricantes y especialidades, como también la imponente planta de coque, que significó una inversión de más de u$s 1.000 millones.“El esquema de la refinería parte de un esquema integrado. Son 26 unidades de procesos, que tienen como objeto extraerle al barril de crudo –que llega a la refinería– la mayor cantidad de productos para que el cliente reciba la mejor calidad. Hace años YPF decidió dejar de ser una petrolera para ser una empresa de energía. Le definió sus campos, sus rubros y sus roles a refino; eso se va cumpliendo inexorablemente”, sostuvo Zubizarreta.

El CILP fue inaugurado en 1925 y posee una superficie que ronda las 350 hectáreas. El monstruo amplía su inmensidad cuando se descubre cuánto se elabora allí dentro: 26 plantas de proceso de refinería, 14 productos combustibles y la misma cantidad de productos básicos para lubricantes y especialidades. “Cerca de la mitad del crudo que proviene de Vaca Muerta es no convencional. Sostenemos que dentro de algunos años el 90% será extraído bajo ese método”, dijo Zubizarreta.YPF posee tres refinerías en todo el país. A la mencionada, con una capacidad de topping del 57%, se le suman la de Luján de Cuyo (35%) y Plaza Huincul (8%). La de La Plata, además de ser la más grande, fue la primera en la Argentina.Zubizarreta 

En agosto de 2018 YPF rubricó un acuerdo que ubicó al CILP a la vanguardia de la comunicación industrial. Los meses posteriores al acta que la empresa firmó con los tres municipios (La Plata, Ensenada y Berisso) no sólo arrojaron resultados positivos, sino que se convirtieron en un modelo de gestión de información que comenzaron a imitar diversas empresas en todo el país.

Se trata del Plan de Respuesta de Emergencia con Impacto en la Comunidad (PREIC); ofrece una interacción directa y en tiempo real con los vecinos, las fuerzas de seguridad, las empresas y los municipios ante una emergencia que ocurra dentro o fuera de la refinería o en cualquiera de las demás compañías que conforman el cordón industrial de Ensenada.“La metodología es de estándar internacional, el proceso APEL de Naciones Unidas. Es todo un esquema de capacitación de la gente que participa, que es lo que está haciendo Luján y Plaza Huincul. Están todas las empresas de la zona; incluso el polo petroquímico de Ensenada se adhirió al PREIC. Lo respeta todo el mundo y es un sistema que con gimnasia y confianza funciona muy bien”, indicó Zubizarreta. 

Fue el propio gerente general del CILP quien destacó la última gran inversión que la empresa realizó dentro del complejo. La nueva planta de coque, de última generación, demandó un desembolso megamillonario tras lo ocurrido el 2 de abril de 2013, cuando las inundaciones desbordaron los piletones de agua tratada, las cuales tomaron contacto con un horno de la destilería y originaron un incendio devastador que destruyó el coque por completo.

La reconstrucción finalizó en 2016 y es considerada una de las obras de infraestructura más innovadoras de la región. “La refinería cuenta con dos unidades de coque: una que tiene 30 años y ésta nueva. Fue ideada para la conversión de residuos pesados a productos de valor. Lo que se va haciendo son productos que van a finales, productos que no se podían comercializar hace 40 o 50 años. El objetivo es procesar más crudo, con productos que tienen más valor final; convertir todo a productos vendibles”, explicó Zubizarreta.

En el camino de las inversiones, sin obviar la situación económica que atraviesa el país, el directivo manifestó que el contexto evidentemente influye. “En realidad nuestra herramienta es el plan estratégico, la compañía lo define y marca el rumbo. La evolución de la industria indefectiblemente te lleva a determinados lugares, como tener inversiones previstas para 2021, 2023 o incluso años posteriores. Hay revisiones de plan estratégico, no se alteran, son decisiones muy grandes. No impactan en nuestro accionar del día a día”, señaló.  

Tal afirmación fue confirmada por este medio en la recorrida por el área de Lubricantes y Especialidades. Allí, el ingeniero Rubén Russo, responsable del sector, exhibió el proceso de envasado de uno de los productos premium mediante un engranaje de máquinas de alto nivel.A pesar de la eficiencia en el mecanismo, detalló que ya está aprobada la inversión para cambiarla. “Adoptaremos una tecnología de última generación que entregará el doble de productividad. Nuestro mercado tiene demandas y nos ajustamos tecnológicamente para satisfacerlo”, completó.