
A partir del 1° de enero, el Gobierno implementará un nuevo esquema de subsidios para los usuarios residenciales de electricidad, gas y garrafas. El nuevo régimen implicará aumentos finales en las facturas de esos servicios –no se precisó de cuánto– y pérdida de bonificaciones.
Ya no habrá segmentación por niveles de ingresos (altos, medios y bajos), según se precisó: solo existirán dos categorÃas de usuarios, quienes recibirán subsidios y quienes no. Por otra parte, las bonificaciones no se aplicarán de manera uniforme todo el año, sino únicamente en los meses de mayor consumo energético.
La SecretarÃa de EnergÃa publicó ayer en el BoletÃn Oficial una resolución con los lineamientos del nuevo sistema de subsidio energético focalizado (SEF) y abrió una consulta pública que se extenderá durante 15 dÃas hábiles.
Si no hay cambios tras ese proceso, el régimen comenzará a regir desde enero de 2026. Como se mencionó, esto implicará aumentos de tarifas en algunos casos y la pérdida de la bonificación para 140.000 familias de ingresos medios. El nuevo umbral para acceder al subsidio será de tres CBT (hoy, $3,6 millones). Por lo tanto, los usuarios de ingresos bajos conservarán el beneficio de manera automática.
Debido a la alta informalidad, el Estado continuará analizando el patrimonio de cada usuario para detectar casos en los que haya subsidios otorgados de manera indebida (como ocurrió con el 15% de los residentes de Nordelta que habÃan solicitado la ayuda). Quienes ya estén inscriptos en el Registro de Acceso a los Subsidios Energéticos (RASE) no deberán volver a anotarse: sus datos serán migrados automáticamente y podrán actualizarse cada mes con una declaración jurada.
En electricidad, los hogares que califiquen tendrán una bonificación del 50% sobre un bloque de consumo de hasta 300 kWh mensuales en verano e invierno, y de 150 kWh en primavera y otoño. Si superan esos lÃmites, abonarán el costo pleno por el excedente.(...)
Fuente: La Nación
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