En 2013, la firma Emergencias, una de las mayores prestadoras de servicios médicos del país, se instaló en la cuenca Neuquina con el objetivo de ofrecer cobertura en áreas petroleras. Hoy también cuenta con bases en la cuenca del Golfo San Jorge, en Chubut y Santa Cruz, así como también en Mendoza.
La compañía brinda un servicio médico integral con unidades de terapia intensiva móvil y trailers sanitarios para grandes obras ubicadas en zonas geográficas remotas o de difícil acceso como yacimientos petroleros, gasoductos, refinerías y mineras. En la actualidad, la firma emplea a más de 6 mil personas y tiene como principal cliente a YPF además de las petroleras Vista Oíl & Gas, Pampa Energía y Capex, entre otras.
Ignacio García Torres, director de Nuevos Negocios de Emergencias, sostuvo que la telemedicina contribuirá a una atención más personalizada y permitiría reducir costos en una coyuntura marcada por el devenir de la segunda ola pandémica.
“La segunda ola ya empezó”, aseguró el directivo y explicó que esto se evidencia “en el aumento de la cantidad de casos, en el incremento del volumen de llamados con síntomas de Covid-19 y en el porcentaje de positividad que, en el pico de la pandemia, en octubre del 2020, estaba alrededor del 25 por ciento, disminuyó a un 10 por ciento en enero y ahora está en un 15 por ciento y al alza”.
Telemedicina
Ante un escenario que deja en evidencia la dificultad para conseguir recursos humanos calificados en zonas geográficamente remotas y esto sumado al cansancio general del personal de salud, el directivo de Emergencias señaló que “para atender la demanda espontánea cuando no hay riesgo de vida, la telemedicina evita el recurso médico presencial, o bien, sirve para acompañar a los médicos en campo, tener una segunda opinión y reducir costos. La transformación digital vino para quedarse, hoy atendemos 15 mil teleconsultas por mes”, concluyó.
Otro argumento para promover la atención virtual tiene que ver con las dificultades provocadas por el cierre de las fronteras provinciales. El año pasado, dispuesta la primera etapa del ASPO, algunos yacimientos continuaron operando como esenciales, pero no fue sencillo brindar la adecuada atención médica. “Los caminos estaban cerrados y, si bien el personal de salud tenía paso, no fue fácil sortear ese tipo de obstáculos”.
Trabajo conjunto
En UMA, la plataforma de atención a distancia de la empresa, numerosos científicos de datos trabajan día a día para determinar cómo aplicar las tecnologías disponibles. En términos del entrevistado: “Es fundamental romper con las barreras culturales ligadas a la presencialidad y para eso necesitamos que los clientes de la industria ayuden porque ganan en materia de atención y de costos. En este sentido, empezamos a brindar atenciones a YPF y a evaluar la respuesta de los pacientes que están en el campo”.
En cuanto a lo aprendido, Ignacio García destacó que “frente a la segunda ola, va a ser clave el trabajo conjunto de la mesa entre el sindicato, las productoras y prestadoras de servicios y el ministerio de Salud en función de qué podía ofrecer y dejar de lado cada uno para que el trabajador pueda estar seguro en el campo”, y por último apuntó: “Veo un escenario próximo de moderado a optimista. Aprendimos mucho y las tecnologías y el diálogo aportarán dinamismo para evitar grandes restricciones”.