La pandemia de Covid19 puso de manifiesto grandes problemas estructurales en el funcionamiento de nuestro sector energético. Lustros de ignorar los síntomas de la decadencia energética y de optimismo infantil respecto a la forma en que los problemas por fin se resolverían sin esfuerzo. La primera cuestión puesta en crisis es precisamente el Proyecto de Vaca Muerta piedra basal del hipotético despegue argentino al cual apostaron los gobiernos de Argentina desde 2010 a 2020. 

La economía energética muestra fallas gigantescas: 1) no existe estrategia energética; 2) las empresas proveedoras de servicios públicos están en crisis como consecuencia de la pandemia y del congelamiento de tarifas; 3) el sector energético depende del subsidio del Tesoro nacional; 4) Las leyes sectoriales se violan en forma sistémica; se contradicen entre sí; y 5) la organización del sector es ineficiente. La realidad indica que el modelo energético de los años 90, que incluyó la mayor privatización y desnacionalización de nuestra historia, ha caducado mucho antes de ahora. La experiencia prueba que en los 28 años que van desde el lanzamiento de esa reforma en 1992, dos tercios de ese tiempo el sector vivió en crisis. 

El IAE Mosconi hizo una revisión profunda del funcionamiento sectorial, para ello ha movilizado un conjunto de expertos de experiencia probada en el manejo del sector y utilizó su base estadística y documental recopilada en sus 36 años de existencia. La principal conclusión: una reforma parcial del sistema vigente será inconducente y prolongará la agonía y los desequilibrios. En este contexto se publicó el Documento “Bases para la Reformulación Integral del Sector Energético Argentino” que somete a debate una reforma integral del sector y que incluye cinco rubros: a) Reforma Legal; b) Reforma Organizativa; c) Reforma de Precios y Tarifas; d) Reforma parcial de la Propiedad; y e) Reforma de la Estrategia Energética. 

Las ideas centrales de la Reforma Energética que se propone las siguientes: a) Reforma Legal Un nuevo régimen de Marco Regulatorio Eléctrico que integre en forma armónica la ley 15336 con la Ley 24065 en un texto único. Una Reforma Integral de la ley de Hidrocarburos vigente, incorporando algunos de los artículos de la ley 14773. La Reforma de la Ley de Marco Regulatorio del Gas natural. b) Reforma de la Estrategia Energética La adopción del concepto de Transición Energética que incluye la descarbonización de la matriz energética y la mayor utilización programada de energías renovables y no productoras de gases de efecto invernadero. 

La revalorización de la exploración de hidrocarburos en todas las cuencas convencionales y marinas. La reevaluación integral del Proyecto Vaca Muerta por parte del Estado Nacional a través de sus órganos competentes. La intensificación de la integración gasífera entre Argentina y Bolivia dando a este país acceso al mercado argentino en igualdad de condiciones con productores locales, impulsar la finalización del Gasoducto GNEA. c) Reformas en la Organización Energética Las decisiones estratégicas de la Energía corresponden al Estado nacional y se plasman en un Plan Energético Estratégico que debe ser aprobado por el Parlamento. En el Sector Eléctrico: Reorganización de CAMMESA, separando sus dos roles; Administrador del MEM y Organismo Encargado del Despacho (OED). (...)