Mientras Pluspetrol, la petrolera independiente argentina, crece en Vaca Muerta tras la adquisición de los activos de ExxonMobil y apunta a convertirse en uno de los principales productores de hidrocarburos de Argentina, en Perú cumplió 20 años operando Camisea. Se trata de un megayacimiento de gas ubicado en el corazón de la Amazonia peruana que se transformó en el proyecto energético más importante de ese país y uno de los más representativos de Latinoamérica.
EconoJournal pudo conocer el hito energético de Perú ubicado en Malvinas, Cusco, donde está el corazón de Camisea. Allí Pluspetrol encabeza la operación y lidera el consorcio que hoy tiene una producción de 53 millones de metros cúbicos de gas por día (mm3/d) y 53.000 barriles de petróleo asociado que se extraen desde los lotes 88 y 56. Se estima que solo esos bloques tienen reservas por 6,16 trillones de pies cúbicos (TCF) de gas y 545 millones de barriles de hidrocarburos líquidos.
Al consorcio lo integran Pluspetrol con el 27,2% de la participación, la norteamericana Hunt Oil, con el 25,2%, la coreana SK Innovation con el 17,6% y la española Repsol, la argentina Tecpetrol y la argelina Sonatrach con un 10% cada una. A la fecha llevan invertidos US$ 5.400 millones.
Una tierra inhóspita
Llegar a Camisea solo es posible en avión o en barco. La explotación denominada “Offshore Inland” funciona de la misma forma que una plataforma petrolera marítima, ya que la complejidad de la geografía selvática hace inviable la construcción de caminos. La otra vía de comunicación es el río Urubamba, un serpentante curso de agua marrón que atraviesa toda la selva desde el Amazonas.
Después de un viaje de dos horas en avión desde Lima se llega al aeródromo Malvinas. Desde allí, un helicóptero permite recorrer los clusters que conforman los lotes 56 y 88. Cada instalación se une a la planta de separación de gases -contigua a las oficinas y al aeródromo- por una distancia que va de los 15 a los 25 kilómetros. El terreno cubierto de un frondoso verde oscuro hace de camuflaje a los desniveles de la tierra, que por momentos se convierte en montañas. La extracción del gas y derivados se hace desde 20 pozos, suficientes para que una mitad alcance a cubrir toda la demanda de gas de Perú y la otra, exportar en barcos de GNL hacia Asia, Europa y Estados Unidos.
“El 96% del gas lo producimos desde aquí por eso decimos que si es gas es de Camisea. El 70% del GLP del país y el 40% de la generación de energía eléctrica se hace con nuestro gas”, resaltó Germán Álvarez, Country Manager de Pluspetrol Perú y Ecuador, en conversación con este medio. “Hoy ocupamos el 0,2% de la concesión por eso no hay caminos y los ductos se construyeron bajo el concepto de Ductos Verdes, haciendo luego una reforestación de todo el tendido. No hay rutas internas ni comunicación con el resto de la civilización”, detalló.
La puesta en marcha del proyecto Camisea en 2004 implicó también el tendido de dos ductos que recorren la selva y atraviesan la cordillera de los Andes hasta llegar al océano Pacífico. También la ejecución de la planta de fraccionamiento de gas y terminal marítima de Pluspetrol en Pisco y la construcción de la planta de LNG Melchorita, la única de Sudamérica.
Fuente: Econojournal
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