El funcionario expresó que la actividad de los hidrocarburos “se ha ido cayendo aunque fue declarada una de las actividades de importancia vital”.
“Lo que hemos visto, es que cuando la cuarentena se iba profundizando, caía la demanda de combustible y se empezó a caer el resto de la cadena, hasta afectar la extracción de petróleo”, dijo Guiñazú.
Además, el subsecretario de Energía mendocino consideró “grave” la paralización de la industria y remarcó que: “Es importante por las regalías, pero además lo es por la cadena de valor enorme que moviliza, como logística, laboratorio, suministro de materiales, elementos, equipos, comida”.
“En principio se utilizaron las reservas con las que se contaban para la refinería, pero se llegó a un punto en que la capacidad de almacenaje se llenó y poco a poco se ha ido paralizando la situación”, sostuvo.
Respecto a la guerra de precios entre Rusia y Arabia Saudita, ocasionada en marzo, el funcionario señaló que: “Le hemos dicho al Gobierno Nacional que resulta muy injusto que la nafta permanezca a precio constante a un barril valía 57 dólares, cuando ahora vale 30. Hay pocos sectores de la cadena de producción que ganan”.
Por otra parte, Guiñazú indicó que “hay petroleras que directamente se han quedado sin clientes. YPF dejó de recibir crudo de terceros y entonces estas petroleras agotaron su capacidad de almacenamiento, por lo cual paran hasta que la demanda de combustible se empiece a normalizar”.
Fuente: Revista Petroquímica
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