Vaca Muerta es un recurso hidrocarburÃfero de clase mundial, algo que la Argentina –que tiene una industria petrolera de más de 110 años de historia– no habÃa tenido anteriormente. Es una gran oportunidad para desarrollar actividad económica genuina, con creación de empleo de calidad y generación de divisas. Sin embargo, es importante destacar que no se trata de una oportunidad de generación de renta extraordinaria, como los yacimientos de bajÃsimo costo de desarrollo y de extracción existentes en Arabia Saudita u otros paÃses de Medio Oriente. Para ser una realidad, Vaca Muerta necesita costos y términos scales competitivos con las cuencas de Norteamérica.
Vaca Muerta ya ha alcanzado relevancia en cuanto a participación en la producción nacional y en la reducción del déficit comercial energético del paÃs de unos u$s 6.000 millones a menos de 2.000. Si su desarrollo prosigue y se acelera, podrá eliminar ese déficit y generar un muy necesario superávit.
Los actores principales en la cuenca, liderados por YPF y con la participación de empresas de primer nivel mundial, han sido exitosos en la reducción de los costos de construcción de los pozos, utilizando las tecnologÃas más modernas que permitieron llegar a construir pozos de más de 3.000 metros de recorrido horizontal y con más de 40 etapas de fractura.
La clave para la continuidad de la actividad es la competitividad de los términos scales, entre los que entran los precios para el gas natural y el petróleo, las regalÃas y los impuestos nacionales y provinciales. La presión scal en el paÃs está en un máximo histórico, con impuestos que funcionan en cascada, como débitos y créditos bancarios e ingresos brutos.
La industria fue capaz de producir avances notables aun con estos impuestos. Contribuyó a ello la modernización del régimen laboral logrado por la acción conjunta con los sindicatos y los gobiernos nacional y provincial. Sin embargo, la ruptura de la aplicación de precios internacionales para la producción, causada por la crisis de la macroeconomÃa, asestó un duro golpe a las economÃas del desarrollo del recurso en lo inmediato, y recreó el fantasma de la ruptura de las reglas del juego que tanto daño hizo en el pasado.
El desafÃo del próximo gobierno nacional, que ya ha expresado su intención de favorecer el desarrollo de Vaca Muerta, pasa por restablecer términos scales atractivos en lo inmediato y la confianza en la estabilidad de esos términos hacia el futuro. El núcleo de este desafÃo es el precio a recibir por el productor, dado que hoy por hoy, y por bastante tiempo, la producción tiene por destino el mercado interno, por lo cual el precio debe ser pagado por los consumidores o complementado por un subsidio estatal.
La alternativa a este restablecimiento será la baja de la actividad, con el descenso de la producción (los no convencionales declinan mucho más rápidamente que los convencionales), impulsando nuevamente la escasez y el aumento del déficit comercial en un paÃs sediento de divisas para restituir su equilibrio macroeconómico.
Fuente: Econojournal
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