
Dos años más tarde producimos 3.000 millones pero consumimos 3.500 millones más. La diferencia fue importada. La proyección para 2013 asume una reducción del 7% en el consumo debido a la disminución de la actividad. La producción argentina de gas natural esperada para este año continuará en descenso y deberemos importar más de Bolivia y más GNL para compensar la caÃda. El inconveniente no son tanto los volúmenes como los precios de importación que son muy superiores tanto a los que percibe el productor argentino como al que se cobra al usuario en la tarifa (la diferencia la paga el Estado). Las compras desde Bolivia se hacen a precios superiores a los argentinos pero son producto de negociaciones por contratos a largo plazo donde Bolivia tiene como comprador privilegiado a Brasil (en diciembre pagaba u$s 9,30 MMBTU).
Las importaciones de GNL argentinas son un caso aparte. Pasamos de no importar GNL a ocupar el lugar 12º en el mundo en 2012, delante de EEUU, Chile y Brasil. Pagamos y continuamos haciéndolo, precios equivalentes a compras spot cuando era previsible y lo sigue siendo que necesitarÃamos importar GNL en los próximos años.
En estos casos deberÃamos haber negociado contratos a largo plazo que tienen precios inferiores y que se ajustan por la evolución de precios de una canasta de productos. Argentina compró a precios similares a los de Japón que se vio perjudicado por el accidente nuclear de Fukushima el 11 de Marzo de 2011 creando una gran demanda adicional. Desde octubre de 2012 pagamos más que Japón.
Europa paga bastante menos que nosotros. Durante todo 2012 y lo que va de 2013 Europa compró GNL a un precio promedio de 11,60 u$s / MMBTU. Argentina pagó un promedio de 15,80 (36%) por encima de esos precios con máximos de 16,65 y mÃnimos de 14,79. Es decir, aplicando esta diferencia de precios a las importaciones argentinas de GNL durante ese mismo perÃodo resulta un monto de u$s 685 millones, equivalente a perforar 50 pozos en Vaca Muerta.
Sabemos ya, que importaremos gas natural para abastecer la demanda de los próximos 5 años por lo menos, aún en el hipotético caso que tuviéramos los u$s 28.000 millones que requiere desarrollar una parte de Vaca Muerta. Por tanto, es imperativo hacer un llamado a licitación internacional para el abastecimiento de GNL por un plazo de 5 años con garantÃas de bancos internacionales por los pagos que permitan reducir el gasto presupuestario.
Hay que trasladar el mayor costo de comprar importado al usuario industrial y a las centrales eléctricas para reducir nuevamente el gasto presupuestario y hacerle saber al consumidor que la fiesta se acabó por falta de fondos. No caben dudas que Argentina necesita tener facilidades de importar gas natural lÃquido y regasificarlo en plantas como las de Escobar y BahÃa Blanca. Tampoco caben dudas que el precio que pagamos por nuestra falta de planificación es demasiado alto.
* Ricardo Falabella, Ex Presidente del Comité Argentino del Consejo Mundial de EnergÃa
Fuente: El Cronista
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