
Los recursos no-convencionales no son novedad, ya que en Argentina han existido largos debates para tener importantes ajustes con el recurso de gas de esquisto; algunas estimaciones sugieren que el tamaño de las potenciales reservas ronda los cientos de billones de m3.
Si bien las cifras no han sido respaldadas aun por anunciantes relacionados con los proyectos específicos, no hay duda que el potencial puede cambiar las participaciones. Argentina es un país hambriento de gas que está enfrentando un déficit de abastecimiento.
Por tercer año consecutivo, el país está importando de manera costosa, por ejemplo, los cargamentos de GNL a precios muy superiores a los prevalecientes en el mercado interno. Sin embargo, en los momentos de máxima demanda, tanto en verano como en invierno, el país enfrenta una escasez paralizante. Con ese suministro potencial y una obvia demanda, la desconexión en el mercado sigue siendo la fijación de precios. Desde la crisis económica del 2001, los precios del gas en Argentina han sido estrictamente regulados y se mantienen en niveles bajos, poco atractivos para los productores “upstream” (operaciones de exploración y de producción).
El esquema de Gas Plus no ha tenido aun el efecto alentador que el gobierno esperaba y las condiciones no están en su lugar para su desarrollo no-convencional a gran escala. Sin embargo, los ajustes de la producción de gas han comenzado, a grandes saltos, y algunos de los presidentes de las industrias más importantes están involucrados en la exploración y desarrollo: YPF, Total, Apache y ExxonMobil incluido. Además, siguiendo descubrimientos en Norteamérica, el petróleo de esquisto bituminoso ha aparecido en el radar en Argentina; cuando en Mayo de 2011, YPF anuncio un descubrimiento de 150mmbbl en la formación Vaca Muerta en Loma La Lata.
Fuente: Wood Mackenzie
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